Hoy, como cada año, el presidente saldrá al balcón de Palacio Nacional, hará sonar la campana y dará el Grito. –¡Viva México! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Josefa Ortíz! ¡Viva Allende! –dirá y agregará los personajes o vivas que le vengan en gana y rematará diciendo –¡Vivan los heroes que nos dieron patria y libertad!
Lo mismo harán gobernadores, presidentes municipales y jefes delegacionales y uno que otro político despistado que se suba en el ladrillo que le plazca para decir –Ya me vi.
Ni uno ni los otros han caído en la cuenta de que, salvo Morelos, ninguno de los personajes tradicionales del Grito pensó en México como México. Esa idea, ese país, tardaría años y ríos de sangre en cuajar.
Desde hace más de veinte años escucho el Grito con el deseo de que sea diferente. Siempre espero que el presidente aproveche la oportunidad de gritar Vivas a los que verdaderamente nos dan patria y libertad. Siempre me decepciona.
Recientemente decidí que ya no esperaría que los políticos de siempre hicieran algo diferente, así que sirva éste, mi Prietito en el Arroz, para que yo de mi propio Grito, silencioso y discreto, como son los verdaderos agradecimientos.
Vivan los padres y madres de familia que se levantan todos los días a sacar a sus hijos adelante. Vivan los maestros como Alan Gould, Pilar Fabregart, Warren Barney, Juan Cortiñas, Fabian Aguinaco y Manuel Peréz Valera que si entienden la suya como la vocación más sagrada e importante del mundo, los que si enseñan. Vivan los niños y las niñas que son el presente y el futuro de nuestra nación.
Vivan los policías como Austroberto Rodríguez que resistió un cañonazo de 100 mil pesos –más de un año de su sueldo– que le ofrecieron unos ladrones.
Vivan la Región Más Transparente, Casi el Paraíso, Morir en el Golfo y sus autores que tejen verdades con sus mentiras. Vivan los periodistas como Carmen Aristegui que retratan la realidad deseando que fuese ficción.
Vivan Siqueiros, Tamayo, Rivera, Orozco, Frida; Cucho Reyes, Macotela, Gironella, Carlos Amates; Martha Ortíz, Enrique Olvera, Alvaréz Bravo, Remedios Varo, el Negro González Iñarritu, Guillermo del Toro, Legorreta, Amado Nervo, el TRI, Cafe Tacvba, Molotov, Caifanes, Juan Gabriel, los Tigres del Norte y los Bukis.
Vivan el Himno Nacional, la Cucaracha, el Cielito Lindo, el Rey y Adiós Bartola.
Vivan el Angel y el Zócalo, el Cañón del Sumidero, las Barrancas del Cobre, los cerros de la Silla y la Bufa, el Callejón del Beso, las callejoneadas y las momias, la Guelaguetza, el Jorongo, los Viejitos, el Venado, los Voladores.
Vivan las tlayudas y el mole negro, el mole rojo, el pipian, el mole poblano, los tamales, el atole, las chilindrinas, los escamoles, el chile en nogada, la barbacoa, las pitayas, el huitlacoche.
Viva el café de olla, el tequila, el pulque, el mezcal.
Viva México y sus ríos y mares, sus montañas y praderas, sus árboles y flores, sus lagos y desiertos, sus pueblos y ciudades.
Vivamos tu y yo, y tu primo y tu hermana y el vecino y su comadre y su hijo y su abuela y todos nosotros, lo que a diario nos damos patria y libertad.
¡Viva México Cabrones!