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El Óscar es del Negro y del Chivo. No es de México, mucho menos de los mexicanos. Es suyo propio de ellos y ya.

Gonzalez Iñarritu y Lubezki hoy, como Cuarón y del Toro antes que ellos deben muy poco de su éxito a México. Aquí nacieron y aquí se prepararon pero fue allá donde obtuvieron las herramientas, los recursos y el reconocimiento para hacer su extraordinario trabajo.

El Negro hizo aquí Amores Perros, a mi gusto su mejor trabajo. Gran película, muy taquillera y no lo suficiente como para que su director decidiera quedarse aquí a seguir haciendo buen cine.

Ojo: la culpa no es del Negro, es del mercado mexicano. Aquí el cine rara vez es negocio y las pocas veces cuando es negocio no es el suficiente negocio. Lo mismo es previsible que ocurra con Gaz Alazraki (que ya está trabajando con Netflix) y Michel Franco, las grandes promesas ya cumplidas de nuestro nuevo cine nacional.

Se equivocó el Negro al decir ayer que no tenemos el gobierno que merecemos. Ese es justo el gobierno que tenemos, por el que votamos, el que merecemos.

Es un gobierno sin interés por el cine, por el arte, por la literatura, por la educación. Es un gobierno presidido por alguien a quién 97 millones de dólares no le fueron suficientes para cuadros, esculturas, libreros, libros. ¡Libros, carajo!

Es un gobierno que hace una reforma educativa y luego le tiembla la mano aplicarla, al que los niños de Oaxaca, Guerrero y Chiapas le tienen sin cuidado. Si estudian o no, si aprenden o no, si sus maestros están capacitados para enseñar. Le vale madre.

Es un gobierno incapaz de levantar un censo, de distinguir entre maestros y maistros, de impedir que se hereden o vendan las plazas, de descontar el sueldo a los que no trabajen, de aplicar la ley y no negociarla.

Chingao, es un gobierno que aceptó ya regresar a la sección 22 las escuelas que los padres de familia les arrebataron para asegurarse de que sus hijos estudien.

Ese es el gobierno que tenemos. Uno para el que formar más Negros y Chivos no es prioridad, que no está interesado en educar y enseñar para triunfar sino en mantener la cosa en paz.

Ese es el gobierno que tenemos, por el que votamos, el que merecemos.

1 comentario

  1. Quizá yo lo interpreté diferente, como que el ruega que construyamos un gobierno que merecemos y no uno impuesto o por corrupción. Con un poco de dignidad no tendriamos que buscar trabajo fuera de nuestro pais para poder generar ingreso y trabajo en México y generar más y mejor empleos.

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