—¿Verdad que tengo razón en esto que quiero hacer?

—Este … eh … no. Creo que no la tienes, Andrés.

—Mira, fíjate bien. Yo sé que traes eje bicho de la arrogancia de saberte libre y todo eso, pero, mejor fíjate bien. Yo sé que tu sabes que tengo razón.

—No, Andrés. No. No la tienes. Mira. Aquí clarito dice que eso no se puede hacer.

—Ahí dice lo que tu digas que dice. Piénsalo bien. El Pueblo Bueno y Sabio ya cantó, ya dijo que esto va. ¿Vas a ir contra la voluntad del Pueblo Bueno y Sabio?

—Pero, Andrés, entiende por favor. Eso que me pides está muy mal.

—Suficiente. Dame la razón … o atente a las consecuencias.

—¿Laaaaas? … ¿Consecuencias?

—Las consecuencias. El presupuesto del año que viene y de todos los años por venir. Además, si haces enojar al Pueblo Bueno y Sabio, allá tu. Yo no puedo responder de tu seguridad.

Los ministros con la soga al cuello.

Y el ministro se dobló.

Él y cinco más de sus colegas.

Maromas con grado de dificultad circense para sostener en la Constitución la violación de los derechos humanos y el linchamiento en plaza pública de cinco individuos que le sirven de botarga de villano al Presidente.

La consulta no es para hacer justicia. La consulta es para hacer política. López necesita pretexto para estar en la boleta el año que viene, haciendo campaña para conservar su mayoría en el Congreso.

Para eso la quiere. Para eso la va a usar. Para seguir atizando las brasas del resentimiento, esperando que México arda y luego poder decir que él apagó el fuego. Así, igual que un bombero piromano.

En el Prietito En Defensa de Carlos Salinas escribí que si Salinas, Zedillo, Fox, Calderon o Peña merecen ir a la cárcel, que vayan. Si, pero con la ley en la mano y el debido proceso ante los tribunales. No así. No en un linchamiento. No por “voluntad popular”.

También escribí que la justicia a mano alzada —que ahora cuenta con la bendición de la Corte— es la derrota del Derecho; es la imposición de la razón de la fuerza por encima de la fuerza de la razón. Es la ley de la selva y, en la selva, tu y yo y los demás mortales como nosotros somos los que corremos máyor peligro.

Eso es lo que hizo la Corte ésta semana. Nos llevó de la Ley de la Constitución a la Ley de la Selva y el problema es que en la selva nos la pelamos todos.

Se diría que es un golpe de Estado, pero es más bien un suicidio de Estado. Estos seis ministros han convertido a la Corte en un mandadero del Presidente.

Y como sus cobardes mandaderos van a resolver sobre:

  • La Ley Nacional de Extinción de Dominio que permite al gobierno quitarte y rematar tus bienes con la sola acusación de algunos delitos sin que un juez te encuentre culpable,
  • La cancelación del aeropuerto de Texcoco y la construcción del de Santa Necia,
  • La cancelación del programa de estancias infantiles,
  • La Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública que desapareció el Seguro Popular y está dejando a los niños morirse de cáncer,
  • La Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que topa los salarios máximos de los funcionarios,
  • La Ley de la Guardia Nacional, Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y la Ley Nacional del Registro de Detenciones que regulan la operación de la Guardia Nacional como ejército particular al servicio de López y, claro,
  • La sinrazón que se le vaya ocurriendo al Presidente en alguna mañanera y sus levantadedos en el Congreso.

Se me ocurren varias:

  • El Censo de la Miseria que ya había propuesto Morena y que ahora será a cargo del SAT, en tu casa, tomando fotos en tu casa.
  • La próxima desaparición de los fideicomisos del gobierno.
  • La contrarreforma energética.
  • El impuesto a las herencias.
  • El control de precios y de cambios.
  • La pérdida de autonomía del Banco de México y el uso de sus reservas.
  • Leyes mordaza.

Ya mejor le paro. ¿Para qué les doy ideas?

En todo esto y en todo lo que venga, la Corte ya la cantó: Se hará lo que López, encarnación misma de la voluntad soberana del Pueblo Bueno y Sabio, ordene desde su Palacio.

Lo dicho: la Corte nos ha abandonado a la Ley de la Selva y el tigre tabasqueño tiene hambre.

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1 comentario

  1. El riesgo mayor es ese, que la antigua SCJN, la ha convertido en corral de borregos con la últimas designaciones de ministros obedientes a sus órdenes y caprichos. Hicieron una cantinflesca disertación para defender lo indefendible que obviamente nadie les creyó. Ahora quedó claro que toda controversia que mande el kks a la ex-corte será aprobada en su favor. Que vergonzoso y que peligroso!!!!

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